Y esta vez creo que va en serio.
Acabamos de recibir noticias de la publicación de los resultados del interesantísimo evento La Filología española en el periodo de entresiglos (1750-1850) en el que el Grupo de estudios del siglo XVIII de la Universidad de Cádiz (que, precisamente, recibió en 2010 el Premio de Investigación de la Universidad de Cádiz, en la modalidad A, Mejor Grupo de Investigación en la categoría de Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas) y el Dpto. de Filología de la Universidad de Cádiz, representado por Vitoriano Gaviño, reunieron tanto a reconocidas figuras de la HL como a renombrados dieciochistas.
Gaviño Rodríguez, Victoriano y Fernando Durán López (eds.) (2010): Gramática, canon e historia literaria. Estudios de filología española entre 1750 y 1850. Madrid: Visor Libros, Colección «Biblioteca Filológica Hispana», 124.
En el planteamiento de aquel encuentro científico, los organizadores ya señalaban ese eje cronológico que separa (o une) la erudición dieciochesca y neoclásica con la revolución literaria romántica, como una época privilegiada para la conformación de la filología española en un sentido amplio. En su opinión,
Acabamos de recibir noticias de la publicación de los resultados del interesantísimo evento La Filología española en el periodo de entresiglos (1750-1850) en el que el Grupo de estudios del siglo XVIII de la Universidad de Cádiz (que, precisamente, recibió en 2010 el Premio de Investigación de la Universidad de Cádiz, en la modalidad A, Mejor Grupo de Investigación en la categoría de Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas) y el Dpto. de Filología de la Universidad de Cádiz, representado por Vitoriano Gaviño, reunieron tanto a reconocidas figuras de la HL como a renombrados dieciochistas.
Gaviño Rodríguez, Victoriano y Fernando Durán López (eds.) (2010): Gramática, canon e historia literaria. Estudios de filología española entre 1750 y 1850. Madrid: Visor Libros, Colección «Biblioteca Filológica Hispana», 124.
En el planteamiento de aquel encuentro científico, los organizadores ya señalaban ese eje cronológico que separa (o une) la erudición dieciochesca y neoclásica con la revolución literaria romántica, como una época privilegiada para la conformación de la filología española en un sentido amplio. En su opinión,
hay un gran desarrollo de las ideas lingüísticas y gramaticales en relación con las concepciones filosóficas del momento y en relación con la lógica, con las teorías de los ideólogos, etc.; se discute sobre la lengua como reflejo del carácter nacional, en torno, por ejemplo, a cuestiones como el purismo y el rechazo de los extranjerismos, y el concepto de casticismo, aplicado a la lengua y a la literatura.
Corríjanme si me equivoco, pero tengo la impresión de que en los últimos tiempos, ha surgido un interés importante por la producción decimonónica: el tomo IV (o tomos) de la BICRES, dedicado a este siglo, realizado por el equipo de Miguel Ángel Esparza va, por lo que sabemos, viento en popa a toda vela; el proyecto ANAGRAMA, dirigido por Mª Luisa Calero y centrado en el análisis lógico y gramatical está presentando interesantes resultados, así como las investigaciones de Vera Eilers e Isabel Zollna sobre la recepción de la Ideología en España; los trabajos de Quilis Merín sobre diccionarios de esa centuria o el importante peso de las investigaciones acerca de este siglo recogidas en las actas del último CISEHL (Vila-Real 2009), etc.
Aquí les dejo el índice, que es una preciosidad. Espero, en breve, leer el libro y poder comentarlo en profundidad. No obstante, nuestros lectores pueden enviarnos sus opiniones y comentarios.
I. Martín Sarmiento (1695-1772) y Luis José Velázquez (1722-1772) en los orígenes de la historia literaria española, por Joaquín Álvarez BarrientosII. El teatro español, y europeo, según Manuel García de Villanueva, por Jesús Cañas MurilloIII. Cervantes en la configuración del canon de Literatura Española. Antologías y Colecciones de literatura (1750-1850), por Francisco Cuevas CerveraIV. Arcaísmo, casticismo y lengua literaria: alrededores de algunas cuitas de José Vargas Ponce y sus contemporáneos, por Fernando Durán LópezV. El régimen y el uso de la preposición a en las gramáticas de los reinados de Carlos III y Carlos IV, por José María García MartínVI. La labor gramatical de la Real Academia Española desde su fundación hasta 1854, por Victoriano Gaviño RodríguezVII. Descripción, norma y canon en la Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos de A. Bello (1847), por José J. Gómez AsencioVIII. La renovación de la gramática española en la primera mitad del siglo XIX, por Margarita LliterasIX. La Floresta de rimas antiguas castellanas de Böhl de Faber: proyecto antológico y canon romántico, por Belén Molina HueteX. El impacto de las reformas ortográficas en la tradición escrita entre 1750 y 1850, por Manuel Rivas ZancarrónXI. Una patria, una religión. Consolidación del estereotipo nacional católico en los diccionarios de la RAE (1770-1843), por Susana Rodríguez BarciaXII. La pugna entre antiguos y modernos en el periodo de entre siglos: del canon y lo clásico, por María José Rodríguez Sánchez de LeónXIII. El prodigio de Alemania: Böhl de Faber, Schlegel y España, por Carol TullyXIV. Teoría del canon y gramaticografía. La tradición española de 1750 a 1850, por Alfonso Zamorano AguilarXV. La perversión del canon: para una arqueología crítica de la Biblioteca de Autores Españoles, por José Lara Garrido
MJGF
Fuente: Siglo-XVIII (RedIris)
Imagen: quelibroleo.com
Andaba yo pensando: ¿pero lo último de 2010 no lo leí hace días? ¿Cómo me dice que la actualización es de hace 19 horas? :D
ResponderEliminarNo estaba equivocado, no, el lector de RSS. La verdad es que ha merecido la pena la entrada, y es que hasta a mí, que apenas podría dárseme el nombre de neófito en estos asuntos, me ha llamado poderosamente la atención la novedad editorial en cuestión. Y ya no hablemos del índice, es que el XIX es lo que tiene, jejeje.
Un abrazo.
P.S.: Aunque nada tiene que ver con la entrada, anoche disfruté de un debate, cervecita mediante, sobre el prólogo de la nueva Ortografía de la RAE, en el que participaron una filóloga y una traductora. Y luego dirán que los informáticos somos friquis... :D
No las tengo yo todas conmigo, no, que igual aún nos toca hacer una (o siete) entradas sobre novedades del acabado 2010.
ResponderEliminarSobre el prológo de la Ortografía, tengo la entrada a mitad... Y yo hablé por teléfono Mánchester-Valencia (filóloga-filóloga) sobre el tema hace unos días. Los informáticos tenéis la fama, pero creo que los filólogos cardamos la lana ;D
MJ